Stellantis advierte que una recesión económica retrasaría la transición hacia los autos eléctricos.

Por si no fuera poco, la industria podría experimentar una crisis en el suministro de baterías entre 2024 y 2025.

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El presidente ejecutivo de Stellantis, Carlos Tavares, advirtió que una recesión económica podría desacelerar el crecimiento de la adopción de vehículos eléctricos, particularmente si los gobiernos recortan gastos e incentivos.

Conforme a The Detroit News, Tavares mostró su preocupación, ya que el Banco Central Europeo tiene previsto anunciar en breve un incremento en el tipo de interés para reaccionar a la inflación. Esto quiere decir, que, por ejemplo, pedir un crédito para adquirir un auto, será todavía más caro.

"Si enfrías demasiado la economía puedes acabar provocando una recesión. Si comprometes la capacidad de la clase media para comprar autos electrificados porque les apoyas menos, porque no tienes tanto dinero, porque tienes que gestionar el déficit y no puedes seguir incrementando la deuda porque las deudas son muy caras porque los tipos de interés van a más, entonces estás incrementando la diferencia", señaló el mandamás de Stellantis.

Aunado a ello, Carlos Tavares dijo que la inflación ya afecta al precio de las materias primas necesarias para la producción de baterías. En este sentido, abundó que es posible que entre 2024 y 2025 la industria automotriz experimente una crisis por falta de baterías.

Cabe recordar que Stellantis invertirá entre 2025 y 2030 alrededor de 35,500 millones de dólares en electrificación y software. Y, de hecho, la empresa esperaba que en 2030 el 70% de sus ventas europeas podrían ser venir de modelos eléctricos.

Sin embargo, estas estimaciones, podrían venirse abajo, ya que podrían perder muchos clientes ante una recesión. “Si la demanda desciende porque desaparece el factor de asequibilidad, tenemos entonces que aguantar con una menor base de clientes”, finalizó el directivo de Stellantis.